Te pongo en contexto:
Hace año y medio me lancé con WhipDetail, una empresa de limpieza de coches a domicilio.
Los primeros 9 meses fueron horribles.
Cada mes era la misma película:
Paga autónomo, paga la web, paga publicidad, paga préstamo, paga luz,
paga agua, paga comida, gasolina, seguro, móvil…
Y el teléfono en silencio total.
Entraba al banco y me temblaba el pulso para mirar la cuenta.
Había veces que tenia recibos por pagar y no podía hacerlo por no tener nada..
Me acuerdo una vez, que no tenía ni para echar gasolina.
El coche parado, yo mirando el depósito en rojo y pensando:
¿y si me llama alguien mañana para un servicio?
¿Qué hago, voy andando con todo el material?
Es imposible llevarlo todo encima…
En el mercadona, lo mismo: haciendo cuentas con la calculadora del móvil
para ver si llegaba para la compra de la semana.
El estrés y la ansiedad era tal que muchas noches no podía dormir.
Y cuando conseguía dormir, me levantaba con una sensación malísima.
Un nudo que no se iba.
Y con la sensación de no haber descansado nada.
Y mientras tanto, veía a mi competencia
llena de clientes, viendo los servicios que
realizaban por el insta..
Por si la falta de dinero no era poco…
Era la sensación de fracaso.
De pensar: “a lo mejor es que mi negocio no vale nada… o que yo no valgo para esto”.
Esa vocecilla interna que no calla y te machaca.
Lo curioso es que, sabiendo de SEO, tardé demasiado en hacer lo obvio:
dejar de tirar dinero en el 30% caro y saturado de Google Ads,
y ponerme serio con el 70% de clics que se van al orgánico.
Total. Me encerré.
Monté bien mi ficha de Google,
empecé a subir fotos decentes,
a pedir reseñas a los clientes que ya tenía,
a tocar categorías y detalles que antes había pasado por alto.
Un mes entero metido en casa, sin mirar el reloj.
Y entonces… pasó.
Porfin.
El WhatsApp empezó a sonar.
Primero un mensaje, luego otro, luego llamadas….
Los clientes YA ME ENCONTRABAN.
Fue la primera vez que sentí UN ENORME alivio.
De repente podía pagar la gasolina, hacer la compra sin tanto miedo,
y hasta empezar a formarme en detailing profesional con el mejor de españa
para tener la confianza de que era capaz de ofrecer el mejor servicio del mercado.
Y cuando pude me metí de lleno a formarme en SEO local.
Pero de verdad. Con la mejor formación.
No quería volver a pasar por ese infierno.
Me apunté a cursos, aprendí de los mejores en España,
y poco a poco me fui especializando.
Hoy, lo que hago es ayudar a otros negocios locales
a no vivir lo mismo que yo viví.
Porque sé perfectamente cómo se siente abrir la cuenta del banco y ver números en rojo.
Sé lo que es estar al borde de cerrar.
Sé lo que es levantarse con ansiedad porque no entra ni una llamada.
Y también sé lo que es darle la vuelta a esa situación
y ver cómo tu teléfono empieza a sonar solo.
Por eso, si estás en ese punto en el que no hay dinero,
los anuncios no te traen clientes
y tienes una competencia fuerte,
quiero que sepas algo: si se puede.
Yo estuve ahí.
Y salí de ahí.
Y ahora lo único que hago es ayudar a otros a hacer lo mismo.
Y dando facilidades que en mis inicios no encontré.